En el día
a día, a veces comemos lo primero que encontramos o nos olvidamos de cuidar
nuestro cuerpo. Pero lo que muchas personas no saben es que la alimentación,
los hábitos diarios y la autoestima están más conectados de lo que pensamos
¿Qué es
una alimentación saludable?
Comer
saludablemente no significa hacer dieta o dejar de comer, sino elegir alimentos
que nutran el cuerpo y le den energía. Frutas, verduras, cereales integrales,
proteínas, agua y menos azúcar o comida ultraprocesada son clave. Comer bien
mejora la concentración, el estado de ánimo y hasta el sueño.
Buenos
hábitos: más que solo comer
Tener
buenos hábitos es cuidarse a uno mismo todos los días. Dormir bien, hacer actividad
física, mantener horarios ordenados, tomar suficiente agua, y alejarse del
exceso de pantallas también forman parte de una vida saludable. Estos hábitos
influyen directamente en cómo nos sentimos física y mentalmente.
La
autoestima y lo que comemos
La
autoestima es el valor que nos damos a nosotros mismos. Cuando tenemos buena
autoestima, nos cuidamos más y tomamos decisiones saludables. Pero también
sucede al revés: comer mejor y tener hábitos positivos puede ayudarnos a
sentirnos mejor con nosotros mismos.
Por
ejemplo, hacer ejercicio libera endorfinas (hormonas que nos hacen sentir
bien), comer bien evita la pesadez o el cansancio, y mantener rutinas ordenadas
da una sensación de control y bienestar.
Todo está
conectado
Cuidar lo
que comemos, movernos un poco cada día, dormir bien y hablarnos con respeto son
formas de querernos. No se trata de ser perfectos, sino de entender que
alimentación, hábitos y autoestima trabajan juntos para que podamos vivir con
más salud y alegría.
Cuando te
cuidás por dentro, se nota por fuera. Alimentarte bien, tener buenos hábitos y
quererte a vos mismo es el primer paso para construir una vida más feliz y
equilibrada.
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